Stephen Malinowski es un pianista, diseñador de software e inventor cuya contribución al mundo musical fue la de inventar una manera de visualizar la música clásica mientras la escuchamos. Al familiarizarnos con esta práctica, el estudio y disfrute de ciertas obras se nos puede hacer más accesible.

«Tomé LSD y me puse a escuchar un disco de sonatas y partitas de Bach para violín sin acompañamiento, interpretado por Henryk Szeryng. Con partitura en mano, parecía que la notación se había animado, como si estuviera bailando consigo misma. Las graciosas formas de las notas y los gestos de la música se volvieron uno. La progresión nota a nota parecía hecha de pisadas.

Después recuerdo que vino la chacona de la Sonata en Re Menor. Este movimiento empieza lento, pero a medida que procede la variación, las notas van cada vez más rapido. La nota que estaba sonando parecía ser siempre la misma, moviéndose verticalmente. Me hizo acordar a una carnada de una caña de pescar moviéndose hacia arriba y hacia abajo en un mar de notas.

Luego el patrón de notas empezó a saltar de manera alocada. Me asombró ver que mis ojos todavía podían ver el movimiento. En ese momento dejé la partitura, paré la grabación, me saqué los audífonos y le dije a un amigo que estaba conmigo ‘tengo miedo de estar dañando mis ojos con lo que estoy haciendo’. Me contestó que probáblemente no era así, así que después seguí escuchando y mirando.

Seguir una partitura con la vista requiere no solo que dirijas tu atención en la posisición horizontal correcta, sino que además cambies de instrumento rápida y continuamente, integrando información de lugares muy distintos. Después de un tiempo de hacer esto, tuve la idea de hacer un nuevo tipo de partitura que fuera más fácil de seguir»

Pueden disfrutar de estos videos y más en el Canal Oficial de Youtube o en su página oficial

(1) Entrevista extraída de Dazed Digital con traducción propia.

¿Qué opinás del artículo?